viernes, 16 de noviembre de 2007


Como pensar la filosofía sin los griegos?

i.

Es en las colonias Jonias donde nacen, Anaximandro, Anaxímenes y Tales, los primeros filósofos, los primeros en pensar el mundo desde lo mítico y lo irracional, se da una justificación del ocio, ese ocio es puesto en virtud del pensar, el hombre griego, se detiene a contemplar el mundo, el cosmos, mitifica la creación, la hace Olímpica.

Esos inicios en la cosmogonía empiezan a determinar las etapas del pensamiento del hombre, es de esta forma como se hace historia, se genera una cultura del pensar, lo que determinara, que el mundo sea visto de otra manera, es de allí de donde nacen las ciencias, es donde surge el punto máximo de la evolución, si, el hombre como especie, se diferencia claramente de las otras, es, por su capacidad de pensar, y son los griegos quienes ejecutan la herramienta mas valiosa del hombre, la llevan a su máxima expresión.

Pero esto conlleva a, la múltiple interpretación, estas diversas teorías son justificadas en el símbolo, en el signo, en la palabra, en la metáfora, en la demostración, para cada una de las teorías existe una antítesis, igualmente bien justificada, con los ajustes a posteriori y esta ha sido una constante de la historia de la filosofía, dado que cada una de estas maneras de pensar al cosmos, la naturaleza, al hombre, a la realidad del hombre, al conocimiento, ha sido afrontada de manera distinta y se deben tener en cuenta, los hechos que rodeaban cada una de las maneras de pensar, en el instante en que el pensar da sus primeros atisbos en busca de la sabiduría, Grecia gozaba de una estabilidad, que permitía este ejercicio.

Es desde sus aporías, desde la alétheia, desde el logos, la doxa, que se da el árje del pensamiento del hombre lo cual será relevante en todas las expresiones humanas.

Ahora bien, como se asume el pensamiento griego dentro del Medioevo?

El pensamiento griego es depurado en algunos aspectos, algunas teorías se hacen mas fuertes en las diferentes escuelas, pero a la postre será viciado por las necedades humanas, por la necesidad de poder se convierte la filosofía en una doctrina prostituida, se hace de la filosofía una religión se piensa en un solo Dios absoluto y verdadero, lo cual puede llegar a ser cierto, pero se niega tajantemente al hombre, y Zeus es destronado y confinado a los limites de lo epopeyico al igual que Brahma[i], el Gran lama[ii], Dagón[iii] y otros más que de la manera mas audaz fueron, sino eliminados, desplazados a sus regiones de origen, no se permitió la permeabilidad de otras culturas en el pensamiento medieval occidental, se cerro de esta manera una posibilidad de ahondar en otros contextos histórico-culturales acerca de las aporías reinantes, heredadas del pensamiento griego, el debate nunca se dio, pues se considero a los hombres de estas tierras impuros y vacios del conocimiento verdadero, “míticos”.

Se asume una sola deidad, y desde ella se elabora un dogma del pensamiento griego, ahí radica el fracaso del pensamiento medieval y también su fortaleza.

Pues dentro de esta malformación del pensamiento griego se abrieron posibilidades en si misma,-cosa que ya venia ocurriendo, con los griegos mismos-, lo que cuestiono sobre manera no es el modo de pensar del hombre del Medioevo, lo que no comparto con el, es su manera de politizar el pensamiento, de hacerlo masivo, de poner a pensar, en pos de el beneficio de unos pocos, de estancar las ideas.

Y he aquí lo mas hermoso del pensamiento medieval, esto es; lo que suscita en el hombre mismo, esta abnegación, este abandonar olímpico, lleva al hombre a reflexionar nuevamente y de manera mas profunda sobre si mismo, lo desteta del pensamiento griego, se hizo necesaria la represión mental para que volviésemos la mirada sobre nosotros mismos, en un nuevo mundo, lleno de elementos nuevos sobre los que filosofar, se da un cambio de actitud.

Si bien el pensamiento griego es malinterpretado en el Medioevo, también podemos asumir una malinterpretación del pensamiento medieval en la época siguiente, en la actual y esto fortalece profundamente a la filosofía.

Se generan muchas mas contradicciones, las aporías fluyen, el devenir nos abruma, es un eterno retorno, es volver a Heráclito: “No veo más que devenir. ¡No os dejéis engañar! Vuestra miopía, y no la esencia de las cosas, es lo que os hace ver tierra firme en ese mar del devenir y del fenecer. Ponéis nombres a las cosas como si éstas subsistieran, pero no os podéis bañar dos veces en el mismo río.”, Nos surgen nuevas inquietudes y se nos da la posibilidad de admitir o no la existencia de ese Dios todopoderoso, podemos asumir nuestra posición Dionisiaca, alegar que nuestro estado de embriaguez nos convierte en el único dios verdadero, admitimos que las cosas que existen son solamente creación nuestra y nos mantiene en la búsqueda de lo metafísico, nos exonera de cualquier carga y nos da la posibilidad de asumir la realidad como adaequatio rei et intellectus[iv], esta correspondencia entre lo que se piensa y lo que se es, determina la concatenación de todas las maneras y modos de pensar, que elevemos nuestros pensamientos, nuestro espíritu, nuestra alma, hacia una visión del mundo dejando de esta manera el asentimiento por lo dicho, no solo en el Medioevo sino también en la Grecia antigua.

ii.

Es muy elevada la influencia del pensamiento griego, como para pensarla solamente en el campo filosófico, su injerencia en la cultura es sublime, desde lo mítico vemos reflejado al hombre de hoy, no hay nada mas actual, que las bacanales dionisiacas, los Edipo deambulan por las calles, Prometeo es castigado a diario y no resarce su dolor ni siquiera en los limites de lo orgiástico de nuestra era, donde las ninfas se muestran alegres ante el devenir.

Vehementemente, el hombre medieval justifica el pensamiento de sus hechos desde el arte.

Es cuando las artes buscan su máxima expresión, cuando mas se ve reflejada la influencia del pensamiento griego en el hombre del Medioevo, ese favorecimiento del Dios, esa bondad, se da en los hombres desde la belleza, destrona al ya cansado Apolo y a las trajinadas musas y se da entonces el arte en lo divino.

Se divulga el pensamiento, se trasforma, hace distinto a aquel que ejerce el arte, lo pone en un plano etéreo, todo lo que proviene del artista medieval es oro, es sublime, es un nuevo modo de expresar lo filosófico, de decir lo que se piensa, una nueva manera de mostrar el devenir, supera al arte griego, la música se libera de las artes liberales, se independiza, empieza a ser por si misma, retorna a Dionisio, es ahí donde se ve plasmada la locura medieval, pero se niega esta locura y se vuelve racional, la reflexión filosófica se torna una reflexión estética en el arte del Medioevo y esto modifica la cultura medieval y abre paso como fenómeno a variadas tendencias, que reflejan la realidad, de manera alegórica.

iii.

Entonces, como asumir a los griegos y su influencia en el hombre no solo del Medioevo, sino en el moderno, en el actual, en el contemporáneo?

Desde lo filosófico, -considero-, se les debe negar de alguna manera, es decir, si aceptamos de manera absoluta o parcial, su manera de pensar seremos solamente doctrinarios, no los debemos desconocer, pero si los podemos negar, para generar en nosotros un cambio de actitud, como lo hicieran los pensadores del Medioevo, podemos generar nuevas alternativas de pensar, cada día surgen nuevos elementos que nos permiten elaborar tesis que no estén ligadas a su pensamiento.

Ahora bien, ser catarquicos frente al arte griego y medieval es lo mejor que podemos heredar de estas culturas.


[i] “El existente por si mismo”, dios indio, ser único existente en todas las cosas, y todas las cosas existen en el, no siendo cada cosa mas que una continua trasformación de la divinidad. M. Cubas; Mitología Popular, editorial progreso, 1892.

[ii] Jefe superior de la religión de los tártaros, dios vivo, representante del Supremo Ser. M. Cubas; Mitología Popular, editorial progreso, 1892.

[iii] “El ser creador, lo ha sido, es y será de los mundos, por que antes que el que ahora existe y habitamos, ha habido otros, creados por el y cuando este se destruya, creara otro, y otros sucesivamente”. M. Cubas; Mitología Popular, editorial progreso, 1892.

[iv] Frase latina que se emplea como resumen de la teoría de la verdad como correspondencia (entre la mente y el objeto), considerada tradicional desde Aristóteles hasta Tarski, pasando por Tomás de Aquino en la filosofía escolástica. Viene a ser un breve descripción de esta teoría, con la que se destaca su aspecto esencial, a saber: la adecuación, igualdad o semejanza -correspondencia-, entre lo que se piensa, o se dice, y lo que es. Diccionario de filosofía. Jordi Cortés Morató y Antoni Martínez Riu. Editorial Herder S.A, 1996-98.

Andrés Rodríguez Vargas


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