miércoles, 6 de junio de 2007


GNOMO Pasa tus años de aprendiz derrochando Valor por tantos años de ir vagando A través de un mundo que con cortesía De la torpeza de aprender se libra

1 comentario:

Anónimo dijo...

Analizando el personaje de nombre Meursault en la obra el Extranjero de Albert Camus, muchos pensamientos me surcan la mente. El primero tiene que ver con que muchos textos, como este, pueden tener una muy peculiar manera de mostrarnos, no los comportamientos que debemos tener; sino justamente lo contrario, es decir, de una manera indirecta o tal vez irónica, nos dictan normas de conducta que pudiéramos seguir no imitando a personajes como el arriba mencionado. No obstante, ese parece no ser el caso del texto aquí analizado y, digo no parece, porque luego de la lectura del Módulo de Estética, termino comprendiendo que a veces el objeto u objetivo con el que determinada obra - en este caso una novela - fue creada puede ser distinto del que yo le otorgo, entonces, pese a la gran cantidad de opiniones sobre el escrito me abstengo de dar la mía, al menos con ese respecto.

El segundo, la caracterización del personaje central del libro, en lugar de parecerme repudiable, me "inspira admiración", ¿por qué? Porque en estos días del activismo más extremo en los cuales todos, bueno la mayoría, permanecemos tan ocupados, tan llenos de metas, de ilusiones, de planes y proyectos de todo tipo: económicos, sentimentales, intelectuales, espirituales… etc; al fin alguien, tiene la cabeza fría para no ir corriendo con afanes de un lado para otro con tal de llegar a tiempo a alguna parte, al fin alguien se toma la vida sin tanto agite. Que nuestro personaje no lloró la muerte de su madre, - la de él - ¿acaso con llorarla hubiese conseguido algo? Que no se afanó por las desgracias de un amigo ¿y quien a definido los parámetros de comportamiento en la amistad?, si alguien lo ha hecho, ¿Qué tan acertado ha sido? Que Meursault no se preocupó por el compromiso que su amante o compañera de turno le hiciera o insinuara, que actuó ante este y otros aspectos relevantes con total indiferencia ¿y es que esta terrible situación en la que ha estado sometida la humanidad desde siempre provoca distintos sentimientos? No, para nada; es tal la situación que se vive, de afán, de angustia, de intranquilidad, que la actitud del personaje de Camus, merece mi ¡respeto y admiración!

El tercero, es reconocer que de este tipo de personajes o personas, no deben abundar, ya que, se perdería el equilibrio; son muy útiles a la hora que nos obligan a reflexionar. Pareciera ser que nos invitan a descansar, a la despreocupación, pero, donde un barrio o vereda, estuviera poblado "únicamente" de este tipo de individuos, sería una total catástrofe, obviamente eso no es posible; pues se acabarían los sueños y las ilusiones que son las que muy a menudo nos mueven a levantarnos cada día.

Finalmente, la tesis absurdista propuesta por el autor, dadas las condiciones sociales actuales y su similitud con la Francia posterior de la guerra; nos hacen ver que, paradógicamente la tesis no es tan absurda, en lugar de eso real, constante y cotidiana.

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